sábado, junio 03, 2006

Dos poemas

Robert Doisneau, Náufrago solitario, Chalkwell Beach Theatre, Gran Bretaña, 1950.


El actor

Tanta gente ha crecido en torno mío
a través de mí, por mí, en todas partes
que me he convertido en cauce por el que
discurre un ser llamado hombre.

Pero también yo soy un hombre
¿no habré sido deformado por esa
muchedumbre?

Como fui un poco de cada uno
permaneciendo siempre demasiado yo mismo
el hombre que aún soy ¿podrá mirarse sin
espanto?


Karol Józef Wojtyła (1920-2005)

Robert Doisneau, Riachuelo en Ménilmontant, París 19e., 1969.


Los muchachos

El amor los madura de repente y, adultos de
improviso,
cogidos de la mano caminan en tropel
corazones cazados como pájaros, perfiles de
tiniebla.

Yo sé que en sus corazones late el pulso del
mundo.

Cogidos de la mano, en silencio se sientan a la
orilla.

Un tronco de árbol y la tierra en la luna
en un triángulo de luz mortecina.

No se han levantado las nieblas todavía.

Crecen sus corazones sobre el río.

¿Será también --pregunto-- cuando se
pongan en pie
y sigan caminando?
¿O quizá ocurra que un cáliz de luz entre las
plantas
va a descubrir en ellos una ignorada
hondura?

¿Lograréis conservar por siempre lo que en
vosotros nace,
distinguiréis por siempre el bien
del mal?

Karol Józef Wojtyła (1920-2005)

7 comentarios:

E. G-Máiquez dijo...

Te agradezco mucho esta entrada. En mi casi ilimitada admiración por Wojtyla, tenía la sombra de no haber disfrutado demasiado con sus poesía. Estos dos poemas son espléndidos.

E. G-Máiquez dijo...

Tras visitar tu página, me ha gustado tanto, que me voy a tomar la molestia (para ambos) de tirarte de las orejas. Lo de la blasfemia, de lo que presumes en el post que dejaste en mi blog y que veo que también utilizas en el autorretrato de tu perfil, está de más, creo. No es que esté mal, ojo, que Job las utilizó y eso, pero es que hoy no hace falta: es mucho más efectiva la piedad para despertar a las conciencias. Una frase de Gómez Dávila (como siempre) lo explicará mejor que yo: “El católico auténtico no está más acá de la blasfemia, sino más allá.”
Un fuerte abrazo,
Enrique

E. G-Máiquez dijo...

Muchas gracias por visitarme y explicarte tan bien. Fuerte abrazo,
Enrique

Ululatus sapiens dijo...

Gracias a ti por comentar, Enrique.

Carlos, no, no soy jesuita... todavía; pero espero serlo dentro de quince años que acabe mi proceso...

¡Saludos!

Ululatus sapiens dijo...

No, no soy jesuita. Voy a entrar a la Compañía de Jesús en julio para iniciar el proceso de formación para llegar a serlo.

El Justo Medio dijo...

Cambiando de tema... Jolly, soy Diego Rosales, te conocí en un retiro en Puebla en octubre del año pasado. Soy aquél filósofo de la UP que quería entrar también a la Compañía de Jesús. Conocí tu blog por medio del de Alex Sada, en donde pegaste un 'post'. Entré al tuyo y quiero darte un abrazo por la abundante risa e hilairdad que colocaste en mi abdomen al leer tu reseña de El Código da Vinci. En verdad es buena. Las poesías que pones Wojtyla son también excelentes. A por tu blog!

Ululatus sapiens dijo...

¡Mi buen Diego! Por supuesto que me acuerdo de ti, ¡qué gusto!

Muchas gracias por comentar aquí; ya comentaré yo en tu blog compartido, que es sumamente interesante.

De nuevo, gracias a todos. Prometo poner más poesía de Wojtyła pronto... y poesía más que otra cosa, porque he de admitir que lo prefiero como poeta que como teólogo o filósofo.

¡Saludos a todos!