jueves, julio 10, 2008

‘Seis errores fundamentales del activismo por la justicia’ de Ronald Rolheiser, OMI


Nuestra ingenuidad

La falta de éxito en lograr un orden mundial más justo no siempre tiene como causa la falta de esfuerzos. Muchos grupos de justicia y paz, incluyendo algunos que son cristianos, han estado intentando durante mucho tiempo desafiar al mundo hacia una mayor justicia. Demasiado a menudo, sin embargo, no han sido efectivos. ¿Por qué? Una respuesta demasiado sencilla es que la justicia no progresa demasiado porque no puede disolverse con facilidad la dureza de corazón y los poderes atrincherados del privilegio se resisten a dejarse neutralizar. Esto es verdad, pero hay también otra razón que ha hecho poco efectivos a los movimientos a favor de la justicia y la paz. Dicho de manera sencilla muchas veces somos un tanto ingenuos con respecto a lo que nos exige si queremos desafiar al mundo para conseguir más paz y justicia.

¿De qué se trata esta ingenuidad? Puede resumirse en seis falacias que con demasiada frecuencia empapan a los grupos de justicia y paz. Éstas, tal como se expresan en sus análogos primarios, son las siguientes:

1) ‘La urgencia de mi causa es tan grande que en esta etapa es correcto poner entre paréntesis las leyes que normalmente gobiernan el discurso público. Por lo tanto puedo expresarme sin manifestar respeto, ser arrogante y desagradable con aquellos que se me oponen.’

2) ‘Aquí lo único importante es la verdad de la causa y no mi vida privada particular. Mi vida privada particular, por más que esté sometida a la ira, al sexo o a la envidia, carece totalmente de relevancia en términos de la causa de la justicia por la que estoy luchando. De hecho, todo enfoque de la moralidad privada es un impedimento en el trabajo a favor de la justicia.’

3) ‘La sola ideología basta para fundamentar esta búsqueda. No se necesita hablar de Dios o de Jesús. No necesito orar por la paz. Sólo debo trabajar a su favor.’

4) ‘Juzgo el éxito o el fracaso sobre la base de un logro político mesurable. Me interesa menos un reino a largo plazo.’

5) ‘Puedo exagerar o distorsionar un poco los hechos para plantear de manera más clara el caso de la justicia. La situación es tan horrenda que no necesito ser demasiado escrupuloso con respecto a la exactitud de la verdad.’

6) ‘Soy una víctima y por lo tanto estoy ubicado afuera de las reglas.’

Tomado de: Ronald Rolheiser, OMI, En busca de espiritualidad. Lineamientos para una espiritualidad cristiana del siglo XXI, Buenos Aires-México, Lumen, 1998. pp. 225-227.

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