Evolución y fe: un jesuita en la frontera (donde debe estar)

También, a causa de una investigación algo tortuosa acerca de la evolución, volví sobre un video que ya ha tiempo me había gustado mucho: la entrevista que el biólogo, evolucionista y ateo militante Richard Dawkins le hizo a George Coyne, SJ, director por casi treinta años del Observatorio Vaticano. Si uno compara éste con los demás videos y entrevistas de Dawkins, resulta bastante claro por qué se llevó una gran sorpresa: en un inteligentísimo diálogo sobre fe y razón, religión y ciencia, Dawkins enfrentó a un científico de primera talla, que acepta tal cual la realidad innegable de la evolución, pero que resulta ser creyente... y sacerdote. No estaba tratando ahora con pastores evangélicos hardcore o fundamentalistas bíblicos, sino con un científico heredero de una gran tradición de sacerdotes-científicos, como Clavius, Kircher, Ricci, Saccheri, Teilhard de Chardin...
Coyne no es jesuita. Es jesuitísimo. Es increíblemente erudito, pero humilde. Su fe está basada en un Dios que lo ha tocado, no que le ha explicado el mundo. Lo busca en todas las cosas y su labor científico es a su mayor gloria. Habla sobre religión y evolución con gran profundidad y delimita su campo de especialización. Matiza, matiza y matiza; no da pie ni a la ambigüedad ni al dogmatismo. Está, fiel al espíritu de la Compañía, en la frontera más lejana de la Iglesia, dialogando con el mundo. Justo como le pide Ignacio a sus jesuitas: bien arraigado en la tradición cristiana, se deja abrazar por la razón mundana y anuncia el Evangelio en la cuerda floja, donde 2 mm de más hacia un lado pueden significar el descrédito científico o la herejía...

Y aquí la entrevista completa: I, II, III, IV, V, VI, VII).
AD MAIOREM DEI GLORIAM.
G. G. Jolly