sábado, junio 06, 2009

El ‘Día de Días’, LXV aniversario

Dedicado a mi amigo Brian Guy, de la 246ª compañía de campo, Ingenieros Reales, Ejército Británico.
Playa ‘Sword’, Normandía, 6 de junio de 1944.

El 6 de junio de 1944 se llevó a cabo, sobre las aguas y los cielos del Canal de la Mancha y en las playas de Normandía, Francia, no sólo la invasión anfibia más grande de la historia (con 7,000 embarcaciones de todos los tamaños, 11,590 aviones y casi millón y medio de hombres), sino que se concretó, por fin, la ‘Gran Cruzada’ contra la Alemania Nazi y su legado.


Por ello, en este
‘Día de Días’, humildemente agacho la cabeza en reverencia, acongojado y con el pecho enchido de orgullo, ante los veteranos aún vivos y ante todos quienes tomaron parte en aquella empresa, muy especialmente los que rindieron sus vidas a las playas o los setos normandos.


A continuación, tres frases que resumen el espíritu de lo que quiero compartirles:
‘Soldados, marinos y aviadores de la Fuerza Expedicionaria Aliada:

Están a punto de emprender una Gran Cruzada, para la que nos hemos preparado por muchos meses. Los ojos del mundo están sobre ustedes. Las esperanzas y oraciones de todos los pueblos amantes de la libertad marchan junto a ustedes. Acompañados por nuestros valerosos aliados y hermanos en armas en otros frentes, ustedes han de provocar la destrucción de la maquinaria de guerra alemana, la eliminación de la tiranía nazi de Europa y la seguridad para nosotros mismos y para el mundo. Su tarea no será fácil. Su enemigo está bien entrenado, bien equipado y endurecido en muchas batallas. Peleará fieramente. […] ¡Pero la fortuna ha cambiado! ¡Ahora marchan juntos los hombres libres del mundo hacia la Victoria! Tengo plena confianza en su valor, devoción al deber y habilidad en combate. ¡No aceptaremos nada menos que la Victoria absoluta! ¡Buena suerte! Y encomendémonos a Dios todopoderoso, para que bendiga esta grande y noble empresa.’
Comandante Supremo, Fuerza Expedicionaria Aliada.
6 de junio de 1944.


‘Si alguna vez un Ejército hubo peleado por una causa justa, nosotros lo hicimos. No ambicionábamos el país de nadie; no deseábamos imponer ninguna forma de gobierno sobre ninguna nación. Nosotros peleamos por lo puro, lo decente, las cosas libres de la vida; por el derecho de vivir nuestras vidas a nuestra propia manera, y para que otros pudieran vivirla conforme a la suya; para adorar a Dios en la fe que deseemos; para ser libres en cuerpo y mente; y para que nuestros hijos y sus hijos sean libres.’


‘Nosotros, soldados polacos,
Por su libertad y la nuestra
Le hemos entregado nuestras almas a Dios
Nuestros cuerpos al suelo de Italia
Y nuestros corazones a Polonia.’
Memorial en el cementerio polaco de Monte Cassino, Italia.


¡Gracias a todos los 10 mil valientes de Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Francia y Polonia (y a las decenas de miles más que les siguieron), por haber dado su presente a cambio del futuro ajeno, nuestro presente!

G. G. Jolly

6 comentarios:

Profeballa dijo...

Hermoso y merecido homenaje!

Juan Manuel Escamilla dijo...

Me conmueve tu optimismo. Yo lo que veo es que la "tiranía" Nazi, perdida la guerra y todo, no obstante domina sin crítica ni queja nuestro panorama. Si algo nos enseñaron las grandes guerras del siglo pasado es aquello de que las ideas son "bullet-proof". Hoy el ambiente Nazi domina el Orbe: hemos hecho de su ingeniería racial, de la razón instrumental puesta en contra de la vida, lo más cotidiano: hemos domesticado esa muerte hasta hacerla indolora...
Quiero volver a platicar contigo. ¿Cuándo vienes a casa y fumamos en nuestras pipas y bebemos vino?
Hermano, un abrazo.

Diana dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Diana dijo...

Podría asegurar que Eisenhower hizo con esas palabras, que los amedrentados cimentaran súbitamente la convicción en el triunfo. Joseph Slim, -a mi juicio- expone una justificación tan conmovedora sobre la guerra, que le otorga mérito, por tratarse de un asunto tan delicado.

Ululatus sapiens dijo...

Juan Manuel:

Te entiendo y no te entiendo... ¿el ambiente Nazi? ¿Las ideas 'bullet-proof'? ¿Te refieres a la 'dictadura del relativismo', al cientifismo que atenta contra la vida humana, a la indiferencia que destruye los lazos humanos y a los humanos, abandonados junto a su reflejo en la orilla del río?

Ululatus sapiens dijo...

Diana:

Creo que tienes razón. Bajándole el tono un poco a los párrafos de Eisenhower y Slim, tienen razón. Yo siempre he creído firmemente que la II Guerra Mundial es de los momentos históricos que se presta menos a los grises morales y contextuales (de los que soy igualmente partidario). Para mí, en este caso, sí hay blancos y negros, buenos y malos. Para mí no vale lo mismo el 'peleó por su país' de un veterano aliado (incluso soviético) que el de un alemán o un japonés. No hay crímenes equivalentes. Dresde no equivale Auschwitz. Incluso Hiroshima no es Nankín.

Gracias a todos por comentar.