lunes, enero 15, 2007

Adiós a un santo, hermano mío

La muerte ha rondado a la comunidad jesuita de la Ciudad de los Niños, en Guadalajara, México. El día 17 de diciembre de 2006, dos días después de la cena navideña, el padre Carlos Ignacio González, S. I. (1937-2006) murió de un súbito ataque al corazón. El 13 de enero, tras una dura enfermedad, le siguió el padre Ricardo Rizo Hernández, S. I. (1919-2007), sin duda, el hombre más cercano a la santidad que jamás he conocido.

Un hombre de fe inquebrantable, amor profundísimo por la Iglesia y por la Compañía de Jesús, humildad y sencillez impresionantes, incansable, entregado hasta el límite a Jesús, amadísimo pastor de almas, constructor de numerosas iglesias, casas de religiosos y religiosas, dispensarios, escuelas para niños necesitados, centros comunitarios, etcétera... Fue también párroco, ayudante del maestro de novicios de la Compañía de Jesús en México, director espiritual en el Seminario interdiocesano de Montezuma, Nuevo México, y rector del internado jesuita Ciudad de los Niños del padre Cuéllar. Más de 600 personas atendieron a su funeral, alegre, pues bien sabemos que él está con Dios, en su dicha más grande.

El padre Rizo es el testimonio más grande que tengo como futuro jesuita, como cristiano y como ser humano. Puedo decir, orgulloso, que he conocido y vivido con un verdadero santo (y cualquier persona que lo haya conocido no me dejará mentir).

Aunque estos dos sacerdotes ejemplares están con Dios, lo cual es motivo de alegría y no de luto, se ha hecho realidad un pícaro dicho típico de la Compañía de Jesús: ‘Los santos se están mueriendo y los sabios se están saliendo. Y quedamos los demás’. En mi comunidad ya se murió el sabio y ahora el santo...

Quedamos los demás, aunque con dos ejemplos contundentes para mejor seguir a Jesús.

G. G. Jolly

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo siento en verdad!!! te debo un email desde hace mucho he andado muy pero muy ocupado, nencesito oraciones!! luego te cuento
un abrazo

Aeronauta dijo...

Sentido pésame, de verdad. Pero son un referente para muchos por lo visto.

Una cosa, hasta que la Iglesia no se pronuncie, no los canonices, pues pueden necesitar nuestra oración para llegar al cielo definitivamente, y por darlos por santos tan pronto, olvidar esta arista de los novísimos.

Gracias por tu visita, y te dejo mi comentario -respuesta al tuyo:

Ululatus, he oído que será posible tener en forma más sencilla misa en latín dentro de poco, será escuchado tu deseo, creo :)

Respecto a las misas católicas de los ritos orientales, que son como 13, ¡me fascinaría poder asistir a alguna! aunque no entendiera ni los gestos, sabría que estoy asistiendo a una liturgia más antigua que nuestro rito latino y desde luego, haciendo de otro modo lo que dejó mandado el Señor, y ellos sí que son respetuosos de las formas que le dan la majestad que corresponde la maravilla del misterio de la Eucaristía.

Saludos.

Ululatus sapiens dijo...

Si el ideal cristiano es la santidad de todas las personas... el padre Rizo la alcanzó o estuvo muy cerca de alcanzarla. No necesito que haya un proceso entero para llevarlo a los altares. Él mismo no lo desearía.

No fue promoción devocionaria, sino un mero comentario.

Gracias de todos modos por contestar, Aeronauta.

Anónimo dijo...

Si la foto del Padre Rizo es la del sacerdote más viejito, ¡por Dios! me impresiona su gesto de bondad, de cierto que estará entre los santos. Me hizo acordar mucho a un sacerdote que fue el fundador de mi escuela (primaria y secundaria), y que muy viejito ya estaba, y creo que hoy debe estar al lado de su San José tan querido. Ah! el nombre de mi cura "el Padre Santolín", aunque el apellido suene gracioso así se llamaba.
Gracias.

MCarmen dijo...

No había visto esta página donde se habla del Padre Ricardo Rizo, S.J., y donde se hace una breve pero muy real descripción de su persona y cualidades, un hombre de Dios, definitivamente un santo, aunque no haya proceso de canonizaciòn, en mi familia lo conocimos desde 1952 que llegó de España recién ordenado, y después por muchos años tuvimos el privilegio que nos acompañara a "descansar" 15 días, realmente iba de misiones con la gente humilde. Inclusive así lo hizo en julio de 2006 cuando se le diagnosticó su cancer.
Me da gusto ver que se exprese así de El, pues verdaderamente era un "Santo Varón" (como decía él, cuando se refería a su hermano u otros religiosos).
Por Torreón y Zacatecas, habemos muchas personas que guardamos un recuerdo hermoso de El, ojalà hubiera más sacerdotes así.