martes, mayo 11, 2010

Filosofía estoica para metrosexuales


‘Conoce primero quién eres y adórnate de acuerdo con eso. Eres hombre, es decir, animal mortal capaz de servirte de las representaciones. Ese “racionalmente”, ¿qué significa? De modo acorde con la naturaleza y cumplidamente. ¿Qué tienes de extraordinario? ¿Lo animal? No. ¿Lo mortal? No. ¿La capacidad de servirte de las representaciones? No. Lo que tienes de extraordinario es lo racional: adorna y embellece eso. La cabellera, déjasela a Quien te la modeló como Él quiso. ¡Ea! ¿Qué otros apelativos tienes? ¿Eres hombre o mujer? Hombre. Embellece entonces a un hombre, no a una mujer. Aquélla es por naturaleza suave y delicada. Y si tuviera muchos pelos sería un monstruo y con los monstruos la exhibirían en Roma. Lo mismo es en el caso de un hombre el no tenerlos. Y si al no tenerlos por naturaleza es un monstruo, si él mismo se los afeita y se los arranca, ¿qué haremos con él? ¿Dónde lo exhibiremos y qué cartel lo pondremos? Os mostraré un hombre que prefiere ser mujer a hombre. ¡Tremendo espectáculo! Nadie dejará de admirarse ante el cartel. Creo, ¡por Zeus!, que los mismos que se depilan hacen lo que hacen sin saber que consiste en eso. Hombre, ¿qué tienes que reprochar a tu naturaleza? ¿Que te engendró varón? Entonces, ¿qué? ¿Era menester que a todas las engendrase mujeres? ¿Que no te agrada ese asunto? Pues hazlo por completo. Quítate… ¿cómo decirlo?... la causa de los pelos. Hazte mujer en todo, para que no nos engañemos; no medio hombre, medio mujer. ¿A quién quieres agradar? ¿A las mujercitas? Agrádales como hombre. “Sí, pero les gustan imberbes”. ¡Vete y ahórcate! ¿Y si les gustaran los maricas, te harías marica? [...]

A ti ahora te dicen los dioses esto, “mandándote a Hermes el que ve de lejos, matador de Argos”: que no revuelvas lo que está bien ni te metas en lo que no te concierne, sino que dejes al hombre, hombre, y a la mujer, mujer, y al hombre hermoso como hombre hermoso y al feo como hombre feo. Porque no eres carne y pelo, sino albedrío. Si tu albedrío es bello, entonces serás bello. Que hasta ahora no me atrevo a decirte que seas feo; parece, en efecto, que estás dispuesto a oír cualquier cosa antes que esto. Pero, mira: ¿qué dice Sócrates al más bello y más apuesto de todos, a Alcibíades? “Así que intenta ser bello”. ¿Qué es lo que le está diciendo? ¿“Arréglate el cabello y depílate las piernas”? Claro que no, sino: “Adorna tu albedrío, arranca las opiniones viles”.

Entonces el cuerpo, ¿cómo? Como nació. De eso ya se ocupó otro; déjaselo a él. Entonces, ¿qué? ¿Hay que ser sucio? Claro que no, sino que sé limpio tal cual eres y naciste: que el hombre sea limpio como hombre; la mujer, como mujer; el niño, como niño.

No; pues entonces arranquemos la melena al león para que no sea sucio, y la cresta al gallo, pues también él ha de ser limpio. Pero como gallo; y el león, como león; y el perro de caza, como perro de caza.’

Flavio Arriano, en Disertaciones de Epicteto, III, I, 24-32; 39-45. Traducción de Paloma Ortiz García (Madrid, Gredos, 1993).

5 comentarios:

Phi.Lord Chandos dijo...

¡Qué gran texto! Y de una actualidad insospechada, lamentablemente.

Somos la generación menos varonil que ha pisado la tierra: seguro.

Desde ahora, dejaré mi barba crecer libremente. A ver qué pasa. Eso de andarse rasurando todos los días es contranatura.

P.D. Curiosa cosa esa de andar leyendo a Flavio Arriano.

Ululatus sapiens dijo...

Es el historiador y filósofo pagano, no el hereje...

Estoy haciendo un trabajo sobre los estoicos y el cinismo, entonces me encontré este libro (¡maravilloso y enteramente recomendable!) y este pasaje, que me hizo reír mucho.

Meruti Mellosa dijo...

¿Y los que se operan para quedar como Elvis, Madonna o Jennifer López?

Ululatus sapiens dijo...

A esos sí los aprueba Epicteto: 'Pues hazlo por completo. Quítate… ¿cómo decirlo?... la causa de los pelos. Hazte mujer en todo, para que no nos engañemos; no medio hombre, medio mujer'.

los metrosexuales dijo...

Tienes razon @ululutaus